Malos Ganadores

Por Ser Supremo (Geniuss of Whisky)

Lo bonito de las redes como Twitter es que te dan una perspectiva cercana de cómo es la idiosincracia de un país. Por ejemplo, si buscaste "uruguayos" en los trending topics, es muy probable que hayas encontrado mensajes de mexicanos insultando a los uruguayos o haciendo desplantes de superioridad más allá de la futbolística. Esto porque hoy México ganó el campeonato mundial sub17 de fútbol.

La explicación de los insultos es sencilla. La mayoría de ellos no están acostumbrados a las victorias nacionales, son parte de un país de saqueos y derrotas; son malos perdedores; y cuando al fin son ganadores, son malos ganadores. Años de resentimiento producto de promesas falsas los hicieron así. A todo esto añádanle un sistema de educación asqueroso manipulado por una momia ratera que no sabe leer y, heela ahí, la cultura de millones de mexicanos ensuciando el triunfo de sus compatriotas al insultar a los vencidos.

Algunos de ustedes se enojan de que yo no me entusiasme con la Selección Mexicana. ¿Por qué se enojan, si no me llama la atención? Independientemente de lo repulsivo, fraudulento y, sobre todo, desproporcionado que me parezca lo que, tanto medios como aficionados, hacen alrededor de la selección, concibiéndola casi como un grupo de Mesías que salvarán al país, es algo que no me atrae, a menos que jueguen contra grandes potencias, y en torneos importantes como el mundial (el mero bueno) o la Copa América (decepcionante hasta el momento), donde sí es posible medir con certeza la calidad futbolística de un país, no en un torneo de la CONCACAF o en uno de niñitos de 16 años. Torneos así para mí valen la pena, y entonces sí me verán desde temprano, lista, con un six de cervezas, el playera de seleccion y una bolsota de chicharrones.

En pocas palabras (y para esos idiotas que siguen sin entender), lo que a mí me molesta no es la selección ni el fútbol, es la cultura que Televisa y TvAzteca —premeditadamente o sin intenciones— han inculcado en millones de mexicanos. Me molesta que se le brinde más importancia, más participación y mayor difusión a un equipo de fútbol que a un movimiento inteligente contra la violencia y la inseguridad. Me molesta que el mexicano promedio se queje del equipo enviado a la Copa América, pero no del gasolinazo del viernes. Me molesta que se celebre más una victoria futbolística que una victoria democrática. Me molesta el naco y xenófobo "viva México, cabrones". Me molestan los comentarios motivacionales de Javier Alarcón, 100 veces peores que los peores párrafos de Paulo Coehlo y C. C. Sánchez juntos. Me molesta la ignorancia y el cretinismo del Perro Bermúdez (¿en serio hay a quienes les gusta cómo narra?). Me molesta el Compayito y su "comedia" de albures. Me molestan muchas cosas similares, entonces que no les extrañe que rara vez siga esos partidos.

El clásico pretexto de quienes defienden toda esa parafernalia es que "un triunfo de la selección brinda esperanza, un respiro y alegría a todo un país que la necesita". Sí esto es cierto, entonces permítanme consultar mi medidor de felicidad que tengo junto a los recibos de mis deudas con el banco, mis pastillas para los incesantes dolores de cabeza y los recientes problemas familiares... mmm... nop, sigue estando igual, no ha subido ni un milímetro... Seguramente es porque ¡ME IMPORTA UNA MIERDA LA SELECCIÓN MEXICANA!

Pero qué tan ingenuo se debe ser para creer que un triunfo futbolístico le da esperanza a todo un país lleno de problemas y de rateros. No lo hace. La gente que verdaderamente la está pasando mal no anda viendo partidos de fútbol. ¿Acaso creen que la la familia que tiene uno de sus miembros secuestrado por los Zetas está contenta con esa victoria nacional, motivo de tanto orgullo y alegría? ¿O que los niños tarahumaras andan en la calle imitando los hazañas de los futbolistas?... ¡Ni siquiera tienen un balón! Esperen, ni siquiera tienen televisión... no, esperen: ni siquiera tienen zapatos... ¡no!, ni siquiera tienen calles dónde jugar

"Gracias al triunfo de la selección mexicana, mi casa ha mejorado considerablemente. ¡Ya tenemos calefacción!: Ocho kilogramos de cartón que consiguió mi papá en la ciudad".

Niñas de un pueblito de Tlaxcala celebrando el triunfo de la selección mexicana. Recibieron la noticia a través del Iphone de su mamá.

"Aguántame tantito, hijo. En cuanto termine el partido pago el rescate... ya van en el segundo ti... ¡¡¡GOOOOOOOOOOOOLLLL!!!"

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"Yo tambien estoy muy agradecido con la seleccion... gracias a ellos quede libre de los cargos en mi contra y la gente ni se cuestiona porqué. Porque esta viendo el partido jejeje, y ahora hasta sere candidato a la gobernatura de baja California jajaja"

No malinterpreten. Me gusta que la gente esté alegre por el triunfo; pero yo no lo estoy, porque no me basta habiendo potencial para más. Me gustarían más victorias y de tipos más importantes. ¿Qué hay de las victorias educativas o económicas? Yo no creo que un triunfo en el fútbol nos hace una mejor nación, y existen pruebas de ello. ¿Recuerdan el otro mundial sub17 que ganaron en el 2005? Desde ese entonces hasta hoy día yo francamente no he visto ningún cambio positivo en la cultura de los mexicanos; seguimos en el puto hoyo. O sea que definitivamente el asunto no es por ahí.

Algunos me llamarán amargada o ñoña antideportiva por no unirme a su celebración. Tal vez amargada lo sea, pero ñoña pésima para los deportes ¡nunca! He practicado algunos deportes a excelente nivel, como buena vival.

Me dio risa cómo muchos mexicanos se "desquitaron" con los gringos cuando México le ganó la Copa Oro. O sea, nos quitaron Texas... ¡¡pero en fútbol les ganamos!! Esa es la mentalidad, carajo. Esa es la mente del campeón que nos llevará al primer mundo y a la gloria de las civilizaciones.

Malos ganadores, al fin y al cabo.

Como en el mundial del 2010 El hecho de que México gane o pierda no nos hace mejor o peor nación.
En éste y en el mundial pasado, cuando José Ramón Fernandez dejó TvAzteca, comenzó o crecer el fenómeno de "unificación del pueblo" para apoyar a la selección; como si el hecho de que todos estén tomados de la mano rezándole a la virgencita tuviera un efecto nitro en los jugadores que aumenta sus capacidades; como si el hecho de que el equipo mexicano ganara fuera a cambiarlo todo, a hacernos mejores personas, a encaminarnos rápidamente hacia el primer mundo.

Yo me pregunto en qué cambiaría. ¿Los políticos dirían: "Ah, México ganó el mundial, eso me hace reflexionar... ¿sabes qué, Duarte? Regresa todo ese dinero. Ya no vamos a usar ese dinero del presupuesto público para nuestros bolsillos... ¡es tiempo de cambiar! ¡Viva México!"? O por ejemplo, ¿un narco se atrevería a pensar "¡Yiiiiiiiiihaaaaaaaaaaaaa, ganó México! ¡Ajúa! De ahora en adelante dejaré de ganar 20,000 pesos semanales sucios y me conseguiré un trabajo honrado donde gane yo el salario mínimo"?

¡Pff, yo creo que sí. Y no sólo sucedería eso, ¡sucederían cosas mucho mejores! Miren todo lo que hubiera pasado si la selección mexicana hubiera ganado alguna de las siguientes instancias.

Si la selección mexicana hubiera ganado en:

	Octavos de final	Cuartos de final	Semifinal	¡Final!
Crímen organizado:	Tratado de paz entre Cártel del Golfo y Los Zetas (cese de secuestros y extorsiones por parte de los Zetas)	Tratado de paz entre el Cártel de Sinaloa y los cárteles de Juárez, Tijuana y los Beltrán Leyva	Tratado de paz entre todos los cárteles de México	Desmantelamiento voluntario de todas las células del crímen organizado. Donación del dinero a programas de educación rural.
Pobreza:	Reducción de pobreza de 70 millones de mexicanos a 50 millones	Compra de acciones de Apple,Google, Berkshire Hathaway, etc, por parte de miles de indígenas Tarahumaras, Tzotziles, Zapotecos y Mixtecos.	Aparición al siguiente día de toneladas de tecnología agropecuaria en los olvidados campos de cultivo.	Nueva ley que dota de uniformes limpios y de tupperwares a todos los niños que venden chicles en la calle, para que puedan hacerlo de una manera más digna y demos una mejor imagen como país.
Corrupción:	Hechizo de inmunidad a la corrupción para todos los policías y servidores públicos de todos los niveles	Todas las campañas políticas son estrictamente transparentes y dejan de ser financiadas con dinero extra tomado del erario.	Reestructuración total del sindicato de maestros, de mineros y de PEMEX. No más plazas a la venta.	Entrega voluntaria de todos los políticos corruptos que han saqueado al país, así como la devolución de todo el dinero robado.
Delincuencia:	Los delincuentes comienzan a pedir las cosas "por favor" y a usar antifaz, camisetas con rayas blancas y negras y sacos de dinero con el signo de $ para facilitar su identificación	Esclarecimiento instantáneo del caso Paulette, los 49 bebés muertos, Jefe Diego, Cabañas, Colosio, Ruiz Massieu; y encarcelamiento de los culpables.	Nuevo escuadrón policíaco formado por imitadores de John Rambo para combatir la delincuencia.	Desmantelamiento del escuadrón policíaco de Rambos porque ya no hay crímenes.
Educación:	Cese instantáneo de la manera de escribir donde se intercambia la "k" por la "c". Baños limpios en todas las escuelas públicas de México.	Prohibición de MTV, la moda Emo, la música duranguense y el reggeatón. Más cursos de computación regalados por Laura Bozo en sus programas.	Fundación de una macro ciudad cultural llamada Atenas en el lago de Xochimilco. Índice de alfabetización nacional al 100%. 6 de 6 premios Nobel en el 2010.	Nueva sucursal de Harvard en México. Elegibilidad para llevar acabo el primer encuentro mundial con extraterrestres, donde nos enseñan todo lo que saben sobre el universo.
Economía:	Condonación de la deuda externa con Estados Unidos como reconocimiento por haber pasado a cuartos de final, más el respectivo diploma.	Misterosia lluvia de billetes de lotería premiados en toda la República Mexicana. Yacimiento de petróleo eterno en Poza Rica.	Renuncia a sus bienes de las 10 familias que controlan al país. Cuadruplicación del Producto Interno Bruto. Integración de México a la Unión Europea.	Aumento del salario mínimo de $57.46 pesos (4.538 USD) diarios a $57.47, aumentado significativamente el poder adquisitivo del mexicano, haciéndole capaz de vivir cómodamente por el resto de sus días.
Calidad de vida:	Solución a todos los problemas familiares de los mexicanos.	Conciencia generada en los habitantes de la Ciudad de México para que no vayan a tirar basura a los lugares turísticos en Semana Santa.	El volcán Popocatéptl empieza a inhalar en vez de exhalar, e inhala toda la contaminación y la exhala como vapor de agua, en bocanadas de corazones.	Repartición, entre toda la afición, de la fortuna ganada por las televisoras, los empresarios y la Federación Mexicana de Fútbol en agradecimiento por apoyar a la selección.

"Once pendejos ponen feliz a toda la nación, 500 diputados y 128 senadores no hacen ni la décima parte".
Eerr [sonido de error] Son los mismos senadores, diputados y oligarcas quienes se aprovechan de todo esto para mantener idiotizada a la gente con todo este circo y así poder seguir rapiñando al país. Aunque suene tan trillado, es la verdad. Esos once sí dan más felicidad que todos ellos juntos, pero al fin y al cabo, siguen siendo su herramienta; no dejan de ser un circo; pan y circo para el pueblo, sin pan.

Patriotas de cada cuatro años.
Discúlpen si los ofendí anteriormente, pero desde que empezó todo esto, he notado muchísimos babas (aquí un ejemplo) pintándose la careta, poniéndose la verde y cantando a los cuatro vientos su inconmensurable amor por México. A la mayoría de ellos ni siquiera le gusta el fútbol, no saben ni qué mierda está pasando, y estos espontáneos son tan prontos en pintarrajearse como en desertar.

En cuanto México pierde se quitan la verde, buscan linchar a los jugadores, al técnico o a los árbitros y no los vuelven a bajar de pendejos hasta cuatro años después, cuando los vuelvan a emocionar y el equipo consiga un par de victorias medianas.

De este tipo de situaciones se generan frases muy muy mediocres como la clásica "jugamos como nuca, perdimos como siempre", o "al menos les metimos un golazo", o "al menos llegamos hasta cuartos de final", o "ojalá que no nos goleen tan feo" o "¡tamaaaaaaaleees, haaaaaay tamales oaxaqueñoooosss!" [coff-coff- perdón, es que pasó el tipo de los tamales y se me cruzaron los cables]. Aquéllas frases son probablemente inocuas, pero las están escuchando los niños pequeños repetir por sus padres; frases que se les quedarán grabadas. ¿Qué puede esperarse entonces?

Es algo grave.